Ver todo desde una perspectiva global, viendo las necesidades de todos. Dejando atrás mis intereses e inquietudes.
Siendo consciente de la lucha interna que existe entre el ser emocional y el espiritual. Sin pretender gana siempre la batalla, pero sí tener presente que estamos peleando por ello.
Es verdad que aprendemos de los errores,pero nosotros decidimos si nuestra vida se basará en ellos. Yo decido que no, que no es necesario siempre equivocarse.
Vivir la vida desde un ángulo social-voluntario implica renuncia, entrega, disposición y mucha atención.
Renunciar a lo que más queremos, ya sea familia, amigos o cualquier ámbito importante por y para nosotros para cumplir con nuestra misión, seguir los propósitos de dios. Llevar nuestra vida en Dios.
Renunciar a antiguos comportamientos y normas, para aceptar códigos de vida distintos, cambiar la manera de "mirar la vida". Aprender que todo es según la interpretación que nosotros le damos.
Entregarnos al 100% en lo que hacemos, disponiendo tiempo y muchas veces sacrificando espacios, actividades por realizar nuestros proyectos.
Y por sobre todo atención, ser capaces de captar lo que sucede a nuestro alrededor. Estar despiertos a las necesidades y actuar. Decidir. Optar por la solución que vista desde lo general sea la más adecuada y no por ello la más comprensible.
Y creer en lo que haces, alimentar los cimientos de tu fe. Sostenerte de algo tan inmenso que le da el sentido a tu vida.
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